El calor y las temperaturas que se están registrando inciden en el aumento de la siniestralidad laboral.
Para prevenir los golpes de calor, además de la exposición a excesivas temperaturas por ausencia de climatización o lugares de trabajo difíciles de refrigerar, por trabajo manual en exterior o que exigen un elevado contacto con ambientes calurosos, se han de tener en cuenta también otros factores de riesgo individuales tales como:
- Enfermedades cardiovasculares, respiratorias y mentales como demencias, Parkinson o Alzheimer.
- Enfermedades crónicas como diabetes mellitus y obesidad mórbida.
- Tratamientos médicos diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes.
- Trastornos de la memoria, dificultades de comprensión o de orientación.
- Enfermedad aguda durante episodio de temperatura excesiva.
- Consumo de alcohol y otras drogas.
Además del calor, la precariedad también incide en la siniestralidad laboral
Para la CGT la precarización de las condiciones de trabajo repercute directamente en la siniestralidad laboral. A mayor inestabilidad en el puesto, mayor será el índice de incidencia de accidentes de trabajo.
Entre estas actividades con más siniestralidad laboral y que se ven afectadas por el calor podemos incluir el reparto en bicicleta; la reparación de molinos de viento; el trabajo en invernaderos utilizando productos fitosanitarios además de la hostelería; la obra civil y la construcción.
Por otro lado, se dan actividades que no se detienen durante las horas más calurosas del día, ni siquiera en condiciones de calor extremo. Se tiende a aceptar que una amplia y creciente lista de actividades no se pueden interrumpir como:
- La vigilancia de zonas reguladas, como aparcamientos y aeropuertos.
- Actividades de seguridad, incluyendo la policía, el ejército, la extinción de incendios y emergencias sanitarias o la vigilancia de edificios o naves desde garitas.
- La supervisión de sistemas tecnológicos y respuestas a averías.
- El montaje, mantenimiento y desmontaje de instalaciones temporales de espectáculos, deporte u ocio.
- La limpieza viaria y recogida de residuos.
Es en este tipo de actividades en las que la la evaluación de riesgos debe incluir con claridad los medios y medidas preventivas que se ponen a disposición de las plantillas para mitigar los efectos del calor extremo. Pues, un error en el desarrollo del trabajo, puede provocar accidentes que perjudiquen al propio trabajador y al resto de la población.
La falta de aclimatación a las condiciones de calor para aplicar comportamientos de adaptación a las altas temperaturas aviva los golpes de calor. El querer ganarse el puesto, trabajar a un mayor ritmo para volver a ser llamado por la empresa, además, genera una serie de riesgos laborales que pueden terminar en accidentes de diferente gravedad por caídas, laceraciones o quemaduras. Los actos inseguros y los errores humanos asociados a los accidentes aumentan a medida que las temperaturas superan los 28º C.
El calor también incrementa el riesgo en el trabajo con diversos agentes como los químicos, el ruido o los agentes biológicos, cuando estos se abordan mediante EPI. Además de ser una fuente de estrés térmico o multiplicarlo, con el calor las personas tienden a reducir su uso o a usarlos de forma inadecuada, en el intento de reducir este factor de estrés térmico. Además, el uso de dispositivos de protección respiratoria dificulta la ingesta, lo que aumenta el riesgo de deshidratación.
¿Cómo sobrellevar el calor cuando el trabajo se realiza en interiores? ¿Cuál es la temperatura adecuada?
Aunque trabajar al aire libre con temperaturas elevadas es difícil, el trabajo con calor en interiores también. Con la llegada del calor, nos preguntamos si las condiciones de nuestro puesto de trabajo son las adecuadas respecto a la actividad que desarrollamos.
El RD 486/97 regula las condiciones ambientales de los lugares de trabajo en su Anexo III. Establece que deberán evitarse las temperaturas y las humedades extremas, los cambios bruscos de temperatura, las corrientes de aire molestas, los olores desagradables, la irradiación excesiva y, en particular, la radiación solar a través de ventanas, luces o tabiques acristalados.
¿Qué temperatura y humedad son las adecuadas?
La temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17 y 27 grados.
Por otro lado, la temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y 25 grados.
La humedad relativa estará comprendida entre el 30 % y el 70 %, excepto en los locales donde existían riesgos por electricidad estática en los que el límite inferior será el 50 %.
¿Existe un límite de velocidad para las corrientes de aire?
Las personas no deberán estar expuestas de forma frecuente o continuada a corrientes de aire cuya velocidad exceda de 0,25 m/s en trabajos en ambientes no calurosos; de 0,5 m/s en trabajos sedentarios en ambientes calurosos, y de 0,75 m/s en trabajos no sedentarios, en ambientes calurosos.
Estos límites no se aplicarán a las corrientes de aire utilizadas para evitar el estrés en exposiciones intensas al calor, ni a las corrientes de aire acondicionado, para las que el límite será de 0,25 m/s en el caso de trabajos sedentarios y 0,35 m/s, en los demás casos.
¿Cómo ha de ser la renovación del aire?
La renovación mínima del aire de los locales de trabajo será de 30 metros cúbicos de aire limpio por hora y persona, en el caso de trabajos sedentarios en ambientes no calurosos ni contaminados por humo de tabaco. En los casos restantes, de 50 metros cúbicos para evitar el ambiente viciado y los olores desagradables.
¿Lo anterior es aplicable a las zonas comunes de la empresa?
Las condiciones ambientales de los locales de descanso, de los locales para el personal de guardia, de los servicios higiénicos, de los comedores y de los locales de primeros auxilios deberán responder al uso específico de estos locales y respetar los anteriores parámetros.
¿Qué factores debemos observar para estimar si las condiciones son aceptables en un lugar de trabajo cerrado?
En este caso, debemos fijarnos en:
- Temperatura del aire: en qué rango está habitualmente.
- Humedad del aire: comprobar si produce sequedad de garganta, nariz y ojos en 2-3 horas de exposición, o no hay estos síntomas relacionados con la humedad; si la piel está húmeda sin que la causa sea el sudor o si se tiene la piel empapada.
- Radiación térmica: comprobar la sensación de frío por el aire acondicionado en cara o manos a los 2-3 minutos de exposición; si se nota radiación térmica; si hay sensación de calor en cara o manos a los 2-3minutos de exposición o si es imposible de soportar en cara o manos durante más de 2 minutos, o si la sensación es de quemadura inmediata.
- Corrientes de aire, validando si son fuertes y de aire frío por puertas permanentemente abiertas o ligeras y de aire frío por ventanas abiertas en invierno, inexistentes, ligeras y de aire caliente o fuertes y de aire caliente como las corrientes convectivas de los hornos.
- Actividad física desarrollada: si el trabajo es de tipo sedentario, ligero, intenso o muy intenso realizado a gran velocidad.
- Ropa utilizada: si es ligera, flexible, no interfiere con el trabajo, ropa normal adecuada a la época del año o si interfiere algo con el trabajo, si se debe utilizar ropa especial, amplia, pesada, especial contra la radiación, la humedad o un traje completo con guantes, capucha y calzado especial.
¿Qué medidas debe tomar la empresa contra los riesgos térmicos?
Las medidas colectivas que la empresa debe adoptar, y podemos requerir, para prevenir las molestias térmicas y los riesgos derivados de estas son:
- Aislamiento térmico de paredes, techos: material aislante, tipo/color de pinturas, etc.
- Aislamiento térmico de ventanas: cristales tintados, doble acristalamiento, persianas, toldos, tejadillos.
- Elementos que faciliten la ventilación natural: aberturas, chimeneas.
- Los locales de descanso deben estar acondicionados térmicamente;
- Ventiladores y/o aire acondicionado.
- Fuentes de agua, provisión de bebidas frías.
Además, también se deben adoptar medidas concretas para evitar el trabajo con calor en interiores con respeto a los factores anteriormente mencionados.
Medidas con respecto a la temperatura del aire
- Ubicar las fuentes de calor o frío en la periferia.
- Eliminar las fuentes de aire caliente o frío.
- Aislar las superficies calientes o frías.
- Extracción localizada del aire caliente o frío.
- Ventilar evitando las corrientes de aire.
- Usar ropa con aislamiento térmico apropiado.
Medidas contra el exceso de humedad
- Eliminar las fugas de vapor y de agua.
- Aislar las superficies enfriadas por evaporación de agua, así como el sistema de enfriamiento.
- Usar ropas impermeables al agua, pero permeables al vapor que permitan la evaporación del sudor.
Medidas sobre la radiación térmica
- Reducir las superficies radiantes.
- Colocar pantallas reflectantes.
- Aislar o tratar las superficies radiantes.
- Situar los puestos de trabajo fuera de las superficies radiantes.
- Usar ropa de protección especial que refleje la radiación.
Medidas respecto a las corrientes de aire
- Reducir o eliminar las corrientes de aire.
- Colocar pantallas que protejan de las corrientes de aire.
- Situar los puestos de trabajo fuera de las corrientes de aire.
Medidas sobre la actividad
- Mecanizar el trabajo.
- Reducir los movimientos durante el trabajo y la velocidad de los mismos.
- Disminuir los desplazamientos.
- Reducir los esfuerzos.
- Mejorar la postura.
Medidas en cuanto a la ropa en el trabajo
- Mejorar el diseño de la ropa
- Seleccionar tejidos/materiales idóneos
- Buscar tejidos/materiales ligeros
¿Cuándo el aislamiento térmico de un local cerrado es adecuado a las condiciones climáticas del lugar donde se ubica?
Se puede considerar que los locales de trabajo tienen aislamientos térmicos adecuados a las condiciones climáticas de los lugares donde se ubican cuando sus paredes, techos, suelos, y ventanas y puertas no presentan huecos por donde pueda entrar calor exterior y sean de materiales que ofrezcan resistencia al paso de altas temperaturas. También influye que las ventanas posean persianas, cortinas, toldos, etc., que puedan proteger de la radiación solar excesiva y sus puertas no sean de vaivén y puedan mantenerse cerradas.