Ferrocarril: Servicio Público
Desde CGT, tenemos por delante una doble lucha que afrontar: salvaguardar el modelo de ferrocarril como servicio público de calidad y mejorar las condiciones laborales de la clase trabajadora. Con nuestras reivindicaciones y luchas, hemos logrado retrasar la externalización completa de nuestro sector. A pesar de los intentos de vulnerar nuestro derecho a huelga con servicios mínimos abusivos, amenazas y engaños, no nos rendimos.
En la actualidad, una manera efectiva de combatir estos ataques es a través de la opinión pública. Nos permite dificultar y condicionar las actuaciones de la empresa, organizaciones sindicales y poderes políticos. Todo ello nos ha permitido visibilizar nuestra lucha y nuestras reivindicaciones, destacando la importancia de mantener el ferrocarril como un servicio público y visibilizándonos como organización referente en la defensa del sector ferroviario.
RENFE
El principal desafío gira en torno a la privatización de Renfe Mercancías, un proceso que busca establecer una alianza estratégica con el propósito, según la Dirección de la empresa, de garantizar su viabilidad. Sin embargo, este enfoque orientado al beneficio económico, no tiene cabida para CGT.
Si esta parte del grupo se liquida, no solo el personal de Mercancías, sino también aquel en Fabricación y Mantenimiento, se vería en una posición incierta. La pérdida de cargas de trabajo en favor de nuevas empresas encargadas del mantenimiento del material rodante plantea un panorama preocupante. Empleos de calidad podrían ser transferidos a entidades privadas, con las consecuentes implicaciones de precarización laboral.
Paralelamente, la escasez de personal emerge como un desafío para garantizar el servicio público. Cierre de taquillas, supresión de circulaciones por falta de personal y averías por falta de mantenimiento son cuestiones evidentes. Para abordar estos problemas, Renfe ha optado por la vía de la externalización de actividades que previamente eran asumidas con personal propio.
En consecuencia, las condiciones laborales se ven afectadas negativamente: las retribuciones disminuyen y se observan incumplimientos en aspectos como salud laboral, conciliación o igualdad. Un panorama que aleja el compromiso de mantener trabajos dignos en el sector ferroviario.
Al contemplar un futuro incierto, diferentes Secciones Sindicales Provinciales mostraron su descontento a través de acciones en los centros de trabajo: pitadas, tamboriladas, pequeñas manifestaciones alrededor de los talleres…
Respondiendo a esta inquietud, desde el SFF-CGT tomamos la iniciativa para unificar la lucha. Coordinando esfuerzos, el 19-J se convirtió en un día de acción conjunto. Un paro de 23 horas, respaldado por Secciones como Barcelona, Cantabria, Málaga, Ourense, Sevilla o Valladolid que coincidió con la celebración de una concentración ante el Ministerio de Transportes.
Sin embargo, esta muestra de lucha en defensa de lo público no estuvo exenta de obstáculos. De nuevo, el Área de Relaciones Laborales de Renfe intervino con cartas amenazadoras a los comités de huelga, en un intento de deslegitimar las huelgas convocadas legalmente.
A pesar del intento de desmovilización, en Barcelona, Cantabria y Sevilla, la huelga se sostuvo, destacando el apoyo mutuo y la solidaridad en medio de la adversidad.
El 4 de agosto ha marcado el inicio de una huelga indefinida de la plantilla de Intervención Barcelona Internacional hasta que se resuelvan sus reivindicaciones. Desde el 13 de julio, Renfe ha reanudado el servicio de Alta Velocidad con Francia introduciendo cambios en las funciones y responsabilidades: formación «autodidacta» y habilitaciones insuficientes, servicios realizados con una sola persona o la cobertura de únicamente 300 € para gastos sanitarios.
ADIF
Desde el SFF-CGT trabajamos en la adecuación de la jornada laboral a 35 horas con dos objetivos: facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar y fomentar el empleo, que supondría la creación de 800 puestos de trabajo públicos y de calidad.
A ello, unimos una ineficaz gestión de recursos humanos que repercute en sobrecarga laboral y la asignación de tareas no recogidas en la normativa laboral. Una transformación implantada sin someterse a negociación ni contraprestación económica y con el beneplácito de CCOO y UGT.
Ante la escasez de personal, Adif opta por externalizar actividades. Esta opción se extiende a áreas en constante ciclo de licitación: mantenimiento de infraestructura, terminales de mercancías, atención al cliente o gestión y administración. Estas soluciones empresariales ante la negativa a aumentar las plantillas públicas, surten un profundo impacto en la calidad de los servicios, la seguridad en la circulación y la salud laboral.
Desde el SFF-CGT pusimos en marcha una campaña de recogida de firmas en los centros de trabajo. En apenas dos semanas, obtuvimos el respaldo de más de 3.000 personas trabajadoras, dando solidez a nuestras demandas. Sin embargo, a pesar de las reivindicaciones de la plantilla, el resto de organizaciones sindicales nos abandonaron en el máximo momento de conflictividad en el que convocamos paros parciales los días 10, 12, 17 y 19 y un paro de 23 horas el 14 de julio.
La plantilla ve vulnerado su derecho a la huelga por la connivencia del Ministerio de Transportes y Adif, fijando Servicios Mínimos abusivos. La controversia surge en la designación excesiva de los servicios esenciales, superando con creces lo necesario para garantizar la seguridad en la infraestructura y la gestión de las circulaciones.
Estos mínimos no se limitan a la gestión de emergencias, sino que, de manera injustificada, establecen porcentajes que no corresponden con la actividad real en los momentos de la huelga, incluyendo a todo el personal, sin valorar ausencias por licencias, vacaciones, bajas u otras circunstancias.
Por ello, hemos presentado demanda ante la Audiencia Nacional para declarar la nulidad de los servicios mínimos al vulnerar los derechos fundamentales de huelga y libertad sindical reconocidos en los artículos 24 y 28 de la Constitución Española.
Seguimos en la lucha
Porque queremos un ferrocarril público, social y sostenible, empleo público y de calidad, el reconocimiento de nuestros derechos y que se garantice la conciliación de la vida laboral y familiar. No vamos a aceptar imposiciones ni recortes.
La huelga es un derecho conquistado con esfuerzo y sacrificio. No renunciaremos. Contamos con el apoyo de la plantilla, porque juntas somos más fuertes y seguiremos luchando hasta lograr nuestras reivindicaciones.
En palabras de la secretaria general del SFF-CGT, Noelia Martín: “CGT no va a rendirse y cuando convocamos o decimos que vamos a la huelga, lo hacemos sin echarnos atrás, porque nos estamos jugando el futuro de nuestras compañeras en cada acción que realizamos para avanzar en derechos laborales”.
Noelia Martín
SG SFF-CGT