Nos despertamos con otra terrible noticia, la muerte de un trabajador en la localidad turolense de Loscos. Las muertes en el trabajo se han disparado en Aragón y en lo que llevamos de 2023 ya se acumulan 19 fallecidos.
Según cifras del Ministerio de Trabajo, solo en el año 2022 fallecieron en el Estado español un total de 826 personas trabajadoras. Casi tres muertos al día por accidente laboral. Además, el año pasado se produjeron un total de 552.173 accidentes en jornada, 79.551 durante el trayecto al puesto de trabajo y 631.724 accidentes de trabajo. En total estamos hablando de un millón doscientos mil accidentes laborales solo en el 2022. A esta cifra habría que sumarles los accidentes con origen laboral que las mutuas- en un ejercicio de complicidad con la patronal- no han querido reconocer y los accidentes invisibilizados de los más vulnerables: trabajadores y trabajadoras inmigrantes, sin papeles, sin contrato y que sus accidentes no aparecen reflejados en las estadísticas.
No podemos olvidar que recortar en medidas de seguridad y prevención de riesgos laborales tiene una repercusión directa en la salud de l@s trabajadores y trabajadoras , ya que el grueso de estos accidentes se podría haber evitado si se hubiera cumplido la normativa en materia de salud y trabajo. Como por ejemplo en el caso de José Antonio, barrendero madrileño que se desplomó y falleció tras estar tres horas trabajando a 40 grados en plena ola de calor. O el accidente que tuvo un obrero de 44 años en las obras del Hospital de Valdebebas, que cayó de una altura de siete metros y finalmente falleció al no estar anclado a ningún arnés de seguridad ni tener otras medidas de prevención, como las redes verticales.
Según cifras del Ministerio de Trabajo, en los últimos 35 años han fallecido por accidente de trabajo más de 41.000 personas. E insistimos, hay miles de casos invisibilizados que no figuran en estas estadísticas.
Esta cifra, como mínimo, tendría que generar una alarma social. Sin embargo, rara vez los medios de comunicación abren sus informativos con los datos totales de accidentes de trabajo, como por ejemplo sí que lo hacen con los de tráfico. Cuando los medios suelen hablar de algún fallecimiento por accidente de trabajo lo hacen de forma individualizada, muchas veces utilizando el sensacionalismo y poniendo el foco en ese caso concreto, obviando que estamos ante un problema estructural del sistema capitalista.
No podemos obviar tampoco el papel que están jugando las mutuas en todo esto, al lavarse las manos y derivar a la Seguridad Social aquellos accidentes que claramente tienen un origen laboral. Un fraude, con la complicidad del Estado, que beneficia a las empresas y fomenta que los accidentes sigan ocurriendo, ya que, al ocultar los datos de accidente de trabajo, las empresas evitan tener que revisar sus medidas preventivas y se libran también de posibles seguimientos por parte de la Inspección de Trabajo. Una estafa que repercute directamente en la integridad física y en la salud de los trabajadores y trabajadoras.
Desde la CGT Aragón-La Rioja queremos condenar el terrorismo empresarial que provoca cada uno de los accidentes y fallecimientos laborales, así como señalar que esto tiene responsables directos tanto económicos como políticos. Es necesario que se combata al sistema capitalista de raíz, que se refuerce la Inspección de Trabajo, que se denuncie cualquier incumplimiento en materia preventiva y que se castigue severamente a quienes incumplen la normativa en derechos laborales. Hoy, más que nunca, es necesario que la clase trabajadora se organice y ponga fin a las condiciones de violencia patronal.
Alejandro Plana.
Asesor en salud laboral en CGT Aragón-La Rioja.